Ya están los tejos, Taxus baccata poniendo una nota de color en el jardín con sus frutos.
Es una conífera de crecimiento lento, que de joven tiene una forma piramidal y con los años va abriendo la copa.
Le gustan los suelos frescos, aunque tenga la copa al sol, y es perfecto para laderas o terrenos escarpados.
Plenamente resistente, soporta bien las heladas invernales.
Los frutos tienen fama de ser muy tóxicos, y es verdad en parte: es la semilla la que sí lo es, pero no el arilo (falso fruto) carnoso.
Origen del nombre:
Taxus es el nombre que recibe el tejo en latín. Probablemente procede del griego taxos (arco), a su vez derivado de la raíz indoeuropea tex (trabajar hábilmente), y hace referencia a la facilidad con que se trabaja su madera, tradicionalmente empleada para fabricar arcos y lanzas. Baccata (baya en latín) designa los falsos frutos rojos del tejo, los arilos.
Fuente: Herbario de plantas silvestres, Larousse.
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