20 dic 2011

Avellano, con su licor


Continuamos con árboles que nos dan frutos secos, tan ricos y recomendables para consumir en esta época del año. Hoy le toca al avellano, Corylus avellana.
En algunos libros lo veremos clasificado como arbusto, y en otros como árbol, ya que su altura máxima no suele sobrepasar los 5 metros (límite de altura para los considerados arbustos), y ramifica desde el suelo, otra de las características arbustivas. Es, por esta razón, muy adecuado para formar setos naturales, podados o no. Si uno de los vástagos es dominante, puede llegar a los 12 metros de altura, pero no es frecuente. Su porte natural es de muchos retoños, abiertos e inclinados hacia la tierra.

Crece bien en todo tipo de suelos, incluídos los ácidos y pedregosos, aunque prefiere los calcáreos.

Lo que sí necesita es un suelo fresco, húmedo. En la
Naturaleza crece incluso en cursos de agua, y en valles profundos y zonas umbrías de los bosques, aunque tolera bien el sol en la copa.

Así pues, puedes ponerlo al sol en tu jardín, pero asegurándole agua suficiente durante todo el año, y si le proporcionas sombra en el suelo con otras plantas alrededor, o formando un bosquete de avellanos, mucho mejor.


Destaca mucho su color otoñal, sus hojas se tornan de un amarillo-anaranjado muy cálido.

Origen del nombre

En esta ocasión, Linneo no se complicó mucho asignando nombre a esta planta: para el género usó el nombre común de la época, coudre, que procede del latín vulgar colorus, derivado del latín clásico corylus. La especie, avellana, es una variante de abellana, que significa "originario de Abella", población de la Campania que produce avellanas grandes.

Fuente de la etimología: herbario de plantas silvestres, Larousse.

Hoy os dejo una receta para hacer licor de avellana casero. Si aún no puedes cosecharlas en tu jardín puedes hacerlo con avellanas compradas, siempre procurando que sean de buena calidad.



LICOR DE AVELLANAS

Ingredientes

250 gramos de avellanas tostadas
Medio litro de agua
Medio litro de aguardiente blanco
400 gramos de azúcar (puede ser de caña)
Media vainilla, o unas gotas de esencia de vainilla


Preparación

Moler las avellanas y meterlas en un bote con cierre hermético.
Agregar el medio litro de agua hirviendo, y dejarlo enfriar.
Cuando la preparación esté bien fría, añadir el aguardiente y la vainilla.
Dejar macerar media hora como mínimo.
Colar, agregar el azúcar y unas 10 avellanas enteras que habremos reservado previamente.
Verter en una botella cerrada herméticamente, y agitar hasta que todo se mezcle bien.
Dejar reposar de 3 a 4 semanas, y ya estará listo para consumir cuando se desee.
Mejor servir frío.

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