En estas fechas la Spiraea nipponica está en todo su esplendor, toda vestida de blanco con sus miles de minúsculas florecillas blancas.
Es un arbusto poco exigente, utilizado en jardinería por sus flores y su color otoñal.
Plenamente resistente, no requiere mucha agua y tolera cualquier exposición.
Luce mucho sola o en grupo con otras Espireas, y es perfecta también para mezclar en parterres con otros arbustos de otras formas, texturas y color de flores.
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